El presidente viajará en un vuelo de línea que partirá a las 14 desde el aeropuerto internacional de Ezeiza.
El presidente Alberto Fernández partirá este martes rumbo a Israel, primer destino internacional como jefe de Estado, para participar del Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo.
El primer mandatario tiene previsto, además, mantener un encuentro bilateral con su par israelí, Reuven Rivlin, y es muy posible que tenga una conversación a solas con el presidente ruso, Vladimir Putin, quien pasará por el foro apenas unas horas.
Alberto Fernández viajará en un vuelo de línea que partirá a las 14 desde el aeropuerto internacional de Ezeiza con destino a Italia, país europeo desde donde luego el jefe de Estado y su comitiva seguirán viaje rumbo a Jerusalén.
Su actividad oficial comenzará mañana con la cena que se ofrecerá a los mandatarios llegados de todo el mundo para participar del Foro, junto a otros líderes internacionales, en el Museo Yad Vashem, el Museo del Holocausto.
La reunión del mandatario argentino con Rivlin está programada para el viernes a las 10 hora de Israel (5 en Argentina), en tanto que un día antes, el jueves, se concretará su participación en el Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo, eje de su visita.
Fernández estará acompañado durante su estadía en Israel por la primera dama, Fabiola Yáñez; el canciller Felipe Solá; el designado embajador en Tel Aviv, Sergio Urribarri; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el vocero presidencial, Juan Pablo Biondi; y el diputado nacional Eduardo Valdés.
Alberto Fernández será el segundo presidente argentino en visitar Israel, tras el viaje realizado por el entonces jefe de Estado Carlos Menem, en octubre de 1991.
El viaje de Fernández será, además, días después que Buenos Aires respaldara, junto a representantes de otros 34 países, la llamada Declaración Ministerial IHRA2020, que reafirma el compromiso a nivel mundial para garantizar el recuerdo del Holocausto y aborda nuevas responsabilidades ante los desafíos contemporáneos del creciente antisemitismo y la discriminación.